Trabajar con personas tiene diversos beneficios como por ejemplo conocer los distintas formas y condiciones vidas que existen, poder ampliar la mirada y ver las cosas desde distintas perspectivas a raíz de lo mencionado anteriormente y por último, y más importante, es que como profesional se genera un sentimiento de tranquilidad y bienestar personal, debido a la retribución que las personas tienen hacia el profesional; pero como todo, tiene también su lado negativo, pues el ver realidades distintas a la que una tiene y está acostumbrado a vivir muchas veces puede tener un choque o impacto emocional bastante fuerte, lo que indudablemente tendrá como repercusión un alto nivel de tensión y stress.
Es por esto que un profesional del área social debe contar con la madurez emocional suficiente para que estas experiencias no afecten en su entorno personal, esta situación se torna un tanto difícil de llevar a cabo ya que en la mayoría de las intervenciones realizadas fluyen las emociones y a veces se van generando lazos de manera natural, más aún cuando se realizan intervenciones con niños o adultos mayores. Siempre se quiere dar el máximo de sí mismo para poder solucionar algún problema o cubrir una necesidad insatisfecha, éste estado de "querer dar siempre más" hace que algunas veces nos olvidemos que no estamos capacitados para solucionarle la vida a nadie, si no más bien potenciar sus cualidades.
muy buen punto de vista sigue asi :)
ResponderEliminarmuy interesante tu blog :D
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